Este trabajo se origina en un interrogante que forma parte del debate académico en Latinoamérica en torno a la vinculación entre feminismos jurídicos y pluriculturalidad. ¿Es el reconocimiento de los derechos culturales de una comunidad un atraso al reconocimiento de los derechos de las mujeres y otras identidades no hegemónicas? La pregunta retoma como disparador el interrogante que se planteara la politóloga Susan Moller Okin respecto a “¿Es el multiculturalismo malo para las mujeres?”. Para ello, me propongo contextualizar y analizar los textos que se posicionaron de un lado y del otro en un caso real sucedido en la República Argentina (“Ruiz”, conocido en la comunidad wichí de Lapacho Mocho como Qa’tu), y que dio lugar a múltiples tensiones y posiciones encontradas en el ámbito jurídico, antropológico y filosófico.