En las últimas décadas hemos asistido a un importante cambio del modelo de movilidad urbana, en donde se ha generado un aumento de las distancias entre el lugar de residencia y el lugar de trabajo, que ha comportado un incremento de los desplazamientos. Esta realidad enmarcada en las relaciones laborales se traduce en un aumento de los desplazamientos, normalmente en vehículos de motor –automóviles y motocicletas–, hacia el trabajo o de vuelta a casa y, en consecuencia, unos desplazamientos en los que los efectos adversos reseñados tiene una importante repercusión en caso de producirse un accidente. Por ello, en este estudio se pone de relieve la importancia de que las empresas inviertan en programas de gestión de riesgos laborales viales, que supondrá que el empresario cumpla con la obligación de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo.
In recent decades we have witnessed an important change in the urban mobility model, where there has been an increase in the distances between the place of residence and the place of work, which has led to an increase in commuting. This reality framed in labor relations translates into an increase in journeys, usually in motor vehicles –automobiles and motorcycles–, to work or back home and, consequently, journeys in which the adverse effects mentioned have a major impact in the event of an accident. For this reason, this study highlights the importance of companies investing in Work-Related Road Risk Management programs, which will mean that the employer complies with the obligation to guarantee safety and health of workers in all aspects related to work.