En estos meses de pandemia las empresas han tenido que «oficializar» el trabajo en remoto, dar más flexibilidad a sus trabajadores, primar el trabajo por proyectos y digitalizar sus procesos a toda velocidad. Pasado el susto inicial, la «nueva normalidad» propone un cambio de paradigma en la relación entre las personas y sus puestos de trabajo en donde lo presencial se combinará con lo digital dando lugar a una gestión híbrida que precisará de nuevos perfiles profesionales y habilidades.