Raymond Torres, María Jesús Fernández
La economía española mantendrá la onda expansiva de crecimiento durante los dos próximos años, fruto del saneamiento financiero de las empresas, del favorable posicionamiento competitivo que permite ganar cuotas de mercado y de la propia inercia del crecimiento. Aunque la recuperación irá perdiendo vigor, las tasas de crecimiento seguirán en cifras del 2,8% en 2018 y del 2,4% en 2019. La actual fase de expansión es, probablemente, el momento ideal para afrontar con decisión los dos principales desafíos a los que se enfrenta la economía española:
la deuda pública y el mercado laboral. En ambos casos, la posición es desfavorable con respecto a los países de nuestro entorno. Una estrategia de corrección de estos desequilibrios potenciaría la resiliencia ante eventuales choques económicos y financieros, y facilitaría un crecimiento más inclusivo.