Los programas de desarrollo de directivos suelen centrar su atención en reducir los defectos de los líderes, ya se trate de deficiencias relacionadas con su oratoria, su gestión del tiempo o su capacidad de relacionarse con los demás. No obstante, a veces el problema lo plantean los puntos fuertes del líder y una vez que se han dado cuenta de la solidez de sus capacidades en un área de gestión determinada, pueden calibrar su interpretación del esfuerzo necesario