El consumo de alimentos y bebidas de clientes cautivos, que no pueden elegir por si mismos qué consumir, es un negocio de gran volumen y muchas oportunidades. Población escolar, reclusos, militares, enfermos en hospitales, ancianos en residencias millones de consumiciones al año, a las que se añaden los consumos en comedores de empresa, hostelería de conveniencia y en ruta.