El concepto de filantropía ocupa hoy un espacio borroso entre los de sociedad civil, Tercer Sector, capital social y responsabilidad social de las organizaciones. El fenómeno en sí es complejo, prevalente en distintas culturas y extraordinariamente resiliente desde una perspectiva dinámica. Este artículo propone una definición operativa compuesta por múltiples dimensiones (motivaciones e intenciones del donante, beneficiarios, proceso de intercambio y resultados) con el objetivo de superar la tentación reduccionista en ausencia de síntesis conceptual. Se comparan los principales argumentos legitimadores de la filantropía en la contemporaneidad con la actual tendencia a la medición y rendición de cuentas de su impacto social, y se sugiere un mayor énfasis sobre la participación de los beneficiarios en el proceso filantrópico.