Está claro que la época de bonanza ha terminado, los éxitos deportivos españoles están siendo grandes pero no como para sostener un mercado que por la falta de profesionalización previa ahora debe cambiar de mentalidad si quiere ser sostenible en el tiempo. En el encuentro con profesionales ligados al marketing deportivo una de las principales conclusiones ha sido la necesidad de pasar de un modelo reactivo y empírico a uno más planificado y mejor preparado.