Juan José Agún González, Federico Estardid Colom
En el presente artículo se pretende "derribar" el muro existente entre el agricultor, que por diversas circunstancias adquiere la condición de empresario al contratar trabajadores, y el mundo de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
Otra pretensión es la extensión de la cultura preventiva a todos los ámbitos de la sociedad actual, en particular a las zonas y sectores de población donde, por sus características geográficas y culturales, es mayor la dificultad de implantación de esta cultura preventiva.
Asimismo, se pretende aportar una perspectiva incluida en la normativa vigente para la asunción de la PRL por el empresario y así poder optar por realizar las actividades preventivas sin necesidad de contratar a un servicio de prevención externo.