Este trabajo pretende buscar una respuesta a la pregunta de si las compras a través de Internet resultan más baratas que las realizadas por los canales tradicionales. Se trata de cuantificar monetariamente el coste que supone realizar la compra en los establecimientos convencionales y, mediante un sencillo análisis empírico, establecer la comparación para libros, libros técnicos, música (CD), vinos (tinto) y perfumes en spray. Los resultados obtenidos, que el mercado de Internet puede absorber cierta cuota del mercado convencional, se matizan al tener en cuenta el lugar de residencia de los compradores y su grado de desarrollo, la tasa de penetración de ordenadores en su zona, o lo familiarizados que puedan estar con el manejo de un ordenador.