El trabajo reflexiona sobre las relaciones entre formación y empleo. Y lo hace, desde un enfoque crítico con la perspectiva dominante que asegura la positiva incidencia de la formación educativa respecto a las posibilidades de acceso al empleo y a mejoras puestos de trabajo. De esa reflexión, y del repaso a los enfoques teóricos sobre aquellas relaciones, nace una reformulación del concepto de formación que sirve de base a una investigación en marcha sobre esa cuestión.
La reformulación del concepto de formación se basa en su aproximación al terreno de los requerimientos de la demanda de trabajo y de los puestos de trabajo. Y nos conduce a ampliarlo a dimensiones poco contempladas en la literatura y en las políticas activas de fomento del empleo. Tales dimensiones influyen en modo variable en las oportunidades y condiciones de empleo de los diversos colectivos insertos en el mercado de trabajo. Se evidencia, así, la necesidad de contrastación empírica de las relaciones entre el empleo y las capacidades que proporcionan las distintas dimensiones de la formación.