Se analiza la interrelación entre la energía y el urbanismo, destacando la incidencia de la Ley 7/2024 de la Comunidad de Madrid. El suministro eléctrico es esencial para que podamos hablar de suelo urbano, y por tanto es una carga del proceso urbanizador. Asimismo, la clasificación urbanística es esencial para determinar el procedimiento para la implantación de infraestructuras energéticas en los diferentes suelos. Ahí, la Ley 7/2024 destaca por otorgar un papel habilitante en lo urbanístico a los proyectos y autorizaciones de carácter energético para el transporte y distribución de energía. En todo caso, el planeamiento urbanístico debe prever y facilitar la implantación de infraestructuras energéticas, pero la inclusión de las redes de energía en el planeamiento no las convierte a todos los efectos en un elemento urbanístico. Finalmente, hay que mencionar las medidas de fomento de la eficiencia energética.