Palma de Mallorca, España
Este artículo analiza la estrecha relación entre la educación inclusiva y la inclusión social, destacando su papel clave en la construcción de sociedades más justas y equitativas. La educación inclusiva no solo facilita el acceso a la enseñanza, sino que también promueve la participación de todas las personas en la comunidad, eliminando barreras que limitan el desarrollo personal y colectivo. El objetivo principal es demostrar la interdependencia entre ambos conceptos y cómo la educación inclusiva puede ser una herramienta fundamental para fomentar la equidad, la justicia social y la participación ciudadana. Para ello, se emplea una metodología teórica en educación basada en el análisis documental y la revisión crítica de literatura especializada. Se examina la evolución de los enfoques educativos, desde modelos de integración hasta propuestas centradas en la inclusión plena, evaluando su impacto en la formación de ciudadanos comprometidos y en la reducción de desigualdades estructurales. Los resultados evidencian que la educación inclusiva contribuye significativamente a la inclusión social, la equidad y el sentido de pertenencia a la comunidad. Sin embargo, persisten desafíos que dificultan su implementación efectiva, como barreras estructurales, culturales y actitudinales, las cuales pueden perpetuar la exclusión de ciertos grupos. Se enfatiza la necesidad de transformar estos obstáculos en oportunidades mediante políticas educativas que fomenten entornos accesibles, participativos y comunitarios, garantizando la igualdad en el acceso a la educación de calidad y la participación en la vida social. Se concluye que la educación inclusiva es clave para construir una sociedad equitativa, asegurando que todas las personas puedan participar, alcanzar su máximo potencial y contribuir al bienestar colectivo, favoreciendo la creación de comunidades más justas y equitativas.
This article explores the close relationship between inclusive education and social inclusion, highlighting its key role in building fairer and more equitable societies. Inclusive education not only facilitates access to education but also promotes the participation of all people in the community, removing barriers that limit personal and collective development. The main objective is to demonstrate the interdependence between the two concepts and how inclusive education can be a fundamental tool for promoting equity, social justice and citizen participation. To this end, a theoretical methodology in education based on documentary analysis and critical review of specialized literature is employed. It examines the evolution of educational approaches, from integration models to proposals focused on full inclusion, assessing their impact on the formation of committed citizens and the reduction of structural inequalities. The results show that inclusive education contributes significantly to social inclusion, equity and a sense of belonging to the community. However, there are still challenges that hinder its effective implementation, such as structural, cultural and attitudinal barriers, which can perpetuate the exclusion of certain groups. It emphasises the need to transform these barriers into opportunities through education policies that foster accessible, participatory and community-based environments, ensuring equal access to quality education and participation in social life. It concludes that inclusive education is key to building an equitable society, ensuring that all people can participate, reach their full potential and contribute to collective well-being, fostering the creation of fairer and more equitable communities.