Madrid, España
El presente artículo revisa una tendencia en la crítica contemporánea: la política de los actores. El propio concepto al que aludimos toma prestado el momento más célebre de la crítica cinematográfica, la política de los autores, para permutar el segundo presupuesto, los autores, pero anunciando así el tipo de crítica que práctica: el análisis, formal y narrativo, del conjunto de una obra, pero desde el punto de vista del actor. Cómo un actor condiciona la puesta en escena con sus gestos, su forma de interpretar, su propia fisicidad, cómo impone el ritmo o el tono. Pero también su evolución, sus refutaciones, su lugar como narradores de sí mismos –en un relato sostenido a lo largo del tiempo–, y como cineastas –en tanto deciden entrar en una determinada puesta en escena o ayudan a escribir cinematográficamente en el plano–. En definitiva, la política de los actores entiende el corpus de un actor como se ha hecho históricamente con el del autor.
This paper reviews a trend that has gained presence in contemporary criticism: Politique des acteurs. The very concept to which we allude borrows the most famous moment of film criticism,`le politique des auteurs´, to exchange the last concept, but announcing the type of criticism it practices: the analysis, both formal and narrative, of a work as a whole, but from the actor’s point of view. How an actor conditions the staging with his gestures, his way of acting, his own physicality, how they impose the rhythm or tone. But also their evolution, their refutations, their place as narrators of themselves -in a story sustained over time-, and as filmmakers -as they decide to participate in a certain mise-en-scène or help to write cinematographically in the shot. In short, `le politique des acteurs´ understands the corpus of an actor as it has historically been done with the auteur.