León, España
La nanotecnología ha experimentado un desarrollo exponencial permitiendo avances que contribuyen al desarrollo de numerosos sectores productivos, principalmente el sanitario, industrial o la construcción, pero que se proyectan también al aeroespacial, automoción, las comunicaciones, la energía, laboratorios de investigación, electrónica, soldadura, cosmética, agroalimentación, textil, material deportivo o incluso industria armamentística. Su uso ya está plenamente integrado en la sociedad, proporcionando innumerables beneficios y oportunidades, pero también una variedad de riesgos (tanto para las personas trabajadoras como para el medio ambiente), en muchos casos desconocidos, que demandan una revisión de las actuaciones en el campo de la seguridad y la salud, pues la exposición laboral a nanopartículas puede producirse a lo largo de las distintas etapas que comprende su ciclo de vida (fabricación, incorporación al producto y uso profesional de este, eliminación de los residuos o tareas de mantenimiento y limpieza). A partir de una hipótesis de incertidumbre sobre los posibles efectos adversos que sobre la salud humana genera el empleo de nanomateriales, tanto a medio como a largo plazo, en el presente ensayo se llega a la conclusión de que, si bien no es posible afirmar que todas las nanopartículas provoquen efectos tóxicos, sí pueden representar una amenaza para el ser humano y su entorno (dada la complicidad de esta innovación científica con el medio ambiente) ante las sospechas fundadas sobre su potencial lesividad. A partir de tal premisa, los estándares de máxima seguridad y de minimización del riesgo impuestos por la normativa de prevención de riesgos laborales exigen aplicar la máxima diligencia en el desempeño de los puestos de trabajo, tomando como pauta segura de actuación el principio de precaución, reduciendo, en la medida de lo posible, los niveles de exposición según exigen las notas técnicas ad hoc.
Nanotechnology has experienced exponential growth, enabling advances that contribute to the development of numerous productive sectors, primarily healthcare, industry, and construction, but also extending to the aerospace, automotive, communications, energy, research laboratories, electronics, welding, cosmetics, agri-food, textile, sports equipment, and even the arms industry. Its use is now fully integrated into society, providing countless benefits and opportunities, but also a variety of risks (for both workers and the environment), often unknown. These risks require a review of health and safety measures, as occupational exposure to nanoparticles can occur throughout the various stages of their life cycle (manufacturing, incorporation into the product and its professional use, waste disposal, and maintenance and cleaning tasks). Based on a hypothesis of uncertainty regarding the potential adverse effects on human health generated by the use of nanomaterials, both in the medium and long term, this essay concludes that, while it is not possible to affirm that all nanoparticles cause toxic effects, they can represent a threat to humans and their environment (given the complicity of this scientific innovation with the environment) given the well-founded suspicions regarding their potential harmfulness. Based on this premise, the maximum safety and risk minimization standards imposed by occupational risk prevention regulations require the utmost diligence in the performance of jobs, taking the precautionary principle as a safe guideline for action, reducing exposure levels as far as possible as required by the ad hoc technical notes.