Hoy, mientras repaso los informes del mes, no puedo evitar reflexionar sobre lo lejos que hemos llegado en cuanto a transparencia salarial. En 2028, el panorama laboral está irreconocible comparado con aquellos primeros días en los que la Directiva Europea 970/2023 estaba en sus fases iniciales de implementación. Recuerdo las incertidumbres, los miedos y las largas horas de preparación. Lo que parecía una tarea monumental, una amenaza incluso, hoy es un aspecto central de nuestra cultura organizacional. Si bien algunos colegas del sector no lograron adaptarse, nosotros hemos podido aprovechar las oportunidades que esta normativa ha traído consigo. Ahora, la transparencia salarial no solo es un mandato legal; es un valor fundamental que permea cada rincón de la empresa. Aquí les cuento cómo ha sido esta transformación desde mi perspectiva de Dirección de Recursos Humanos.