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, Gunther Dietz (codir. tes.) , María García-Cano Torrico (secret.) , Sergio Téllez Galván (voc.) , María Teresa Llera Llorente (voc.) , Antonio Miguel Bañón Hernández (voc.) La complejidad con que se viven las experiencias amorosas en las sociedades actuales, son reveladas en esta investigación, cuyo objetivo fue analizar los factores socioculturales que pueden estar constituyendo los imaginarios y las prácticas amorosas urbanas entre las mujeres y hombres jóvenes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Para ello, se buscó desmontar parte de la gramática cultural, colocando una perspectiva histórico/social que ubicara en el horizonte de entendimiento lo multicultural y la emergencia de estilos de vida que se fueron definiendo a la luz del desarrollo urbano, el equipamiento, la oferta y los consumos culturales, que comenzaron a observarse a finales de los 80. Con ello, la articulación de prácticas sociales que vivieron experiencias de deslocalización cuando el centro del puerto veracruzano cedió paso a la conurbación como zona neurálgica de la experiencia social porteña. En esta tesitura, el impacto de un mundo global, el acceso a plataformas de mediación, la consolidación de una diversidad y pluralidad cultural, definieron una textura y polifonía capaz de revertir tradiciones y costumbres hasta antes ensimismadas. Es así, que en el terreno de la representación amorosa, discursos y prácticas, comienzan a mostrar una gramática del amor contemporáneo determinado por trayectorias e itinerarios en los que prevalecen procesos de mediación de diversa índole; enriqueciendo discursos, impactando en las prácticas, así como en la apropiación que de los espacios citadinos comienzan a hacer los jóvenes amorosos. La resignificación de tales espacios, convierte a los lugares en escenarios donde la representación del amor se materializa, en los que la imaginación se desborda para recrear parte de los proyectos amorosos juveniles, revelados en rincones, parques, cafés, cines, plazas comerciales, lugares venidos a porosidades urbanas por la manera en que las jóvenes parejas se apropian de ellos y los resignifican. Así, hombres, mujeres, lesbianas, homosexuales, han encontrado en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, un contexto multicultural para explorar, vivir y suscribir sobre sus geografías corporales, los sueños y mundos imaginales a través de los cuales el amor es lo que es, una experiencia humana capaz de mostrar los nuevos tiempos, de sacudir las costumbres, pero sobre todo, de hacer ver a los jóvenes como sujetos amorosos, entre quienes lo práctico, lo reflexivo y epistémico, contribuye a dimensionar lo intercultural de la experiencia propia del amor urbano.
