La irrupción a principios del siglo XXI de los rankings internacionales de universidades ha tenido un fuerte impacto en la agenda de los gestores de universidades y de política científica. Estas herramientas influyen en la percepción que tienen ciudadanos, estudiantes y políticos sobre el rendimiento de sus universidades. Al mismo tiempo, arrojan luz sobre el estado de la educación universitaria a nivel mundial, permitiendo establecer comparativas entre distintos sistemas nacionales de universidades.
Sin embargo, la capacidad de estas herramientas para medir y comparar universidades es ciertamente limitada. Los principales aspectos a reseñar son: 1) los criterios de selección no están bien argumentados, 2) el carácter multidimensional de las universidades resulta en instituciones muy heterogéneas entre sí y 3) la apuesta por rankings globales no considera el perfil disciplinario de las universidades. Así, la mayor parte de estos rankings centran gran parte de su esfuerzo en medir la contribución científica de las universidades reflejada en el número de trabajos de investigación publicados en revistas científicas e indexados en bases de datos internacionales y multidisciplinares. Principalmente la Web of Science (Thomson Reuters) y Scopus (Elsevier).
Aún así, los rankings siguen adoleciendo de limitaciones técnicas y metodológicas derivadas del cálculo de indicadores sintéticos, la recogida de datos o la incapacidad para distinguir entre universidades con distinto perfil disciplinario. La presente tesis doctoral ahonda sobre este último aspecto. En ella se analiza el rol de los rankings internacionales, los problemas de interpretación que plantean los rankings por campos y disciplinas y cómo dichos problemas pueden superarse mediante el empleo de técnicas y metodologías de visualización de la información. Las metodologías analizadas son el análisis de redes de acuerdo al perfil de publicación en revistas científicas y la metodología biplot. Esta tesis se presenta en el formado de compendio de publicaciones en las que se analizan dos aspectos fundamentalmente: 1- El uso de los rankings universitarios para la evaluación de la actividad científica. En este sentido, se propone el desarrollo de rankings nacionales de universidades que complementen la información ofrecida por rankings internacionales que suelen centrarse en las universidades más productivas a nivel mundial. La pregunta de investigación que se pretende responder es ¿Son los rankings de universidades necesarios en un contexto internacional? 2- El análisis de los perfiles disciplinares de las universidades. Vista la incapacidad de los rankings globales de diferenciar entre universidades de distinto perfil temático, se analiza en primer lugar, la posibilidad de emplear rankings por campos y disciplinas científicos. La apuesta por establecer distintos rankings temáticos en lugar o además de uno global parece cobrar fuerza en los últimos años. No obstante, su empleo plantea problemas de interpretación y a la vez no llegan a tener la profundidad necesaria como para poder establecer un retrato preciso del perfil de la universidad. La pregunta de investigación que se plantea por tanto, es ¿podemos desarrollar herramientas que complementen la información ofrecida por los rankings y permitan identificar perfiles de universidades disciplinares? Para responder a la misma, se presentan una serie de trabajos en los que se ahonda en diversas aproximaciones metodológicas de visualización de la información y análisis de redes para identificar perfiles disciplinares.
Finalmente, se concluye aduciendo a la importancia de los rankings de universidades como herramientas indispensables para los gestores de política científica debido a su enorme influencia e impacto en la imagen de sus universidades, así como en la necesidad de emplear herramientas de visualización que permitan hacer comparaciones entre instituciones de similar perfil temático y que al mismo tiempo, permitan identificar competidores y colaboradores potenciales.