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, María Angustias Parejo Fernández (codir. tes.) , Amalia Morales Villena (secret.) , Ferran Izquierdo Brichs (voc.) , Ángeles Ramírez (voc.) , María Cardeira da Silva (voc.) El objetivo de esta investigación ha sido el de analizar las dinámicas de género y los esfuerzos de las activistas yemeníes para conseguir mayores cuotas de derechos y de autonomía en un periodo concreto de la emergencia de unos nuevos movimientos sociales. Estos movimientos se han destacado por sus intentos de conseguir la democratización de Yemen en los últimos años. Concretamente, el objeto de mi estudio se ha centrado en explorar los procesos de empoderamiento de las mujeres y sus acciones políticas de resistencia feminista en un periodo histórico delimitado, a partir del año 2001 y hasta 2014, vistos y analizados desde la perspectiva de las conexiones e interrelaciones entre género, cultura, islam y desarrollo.
Yemen se considera uno de los países más desiguales del mundo en términos de género. En este contexto, en enero de 2011, estalló la revolución yemení, en la que las mujeres no solamente tomaron parte activa en las protestas, sino que desde el principio destacaron como sus iniciadoras y protagonistas, trasgrediendo las tradiciones patriarcales en una sociedad mayoritariamente conservadora. Mi argumento es que la involucración de las mujeres en el movimiento revolucionario no ha sido momentánea ni casual, sino que emergió de los elementos pre-existentes de una cultura política de resistencia y oposición. La lucha por los derechos de las mujeres en Yemen ha tendido una larga historia, que ha sido capitalizada en un contexto histórico particular de la transición política de 2011-2014, al darse la oportunidad de la participación democrática de las activistas en la toma de decisiones relativas a la construcción del nuevo Estado y sus políticas de género.
Los datos de mi trabajo de campo, que se llevó a cabo durante veintiocho meses en Sana¿a, entre 2007-2013, han permitido confirmar la hipótesis plateada: que la emergencia de las mujeres activistas como sujetos políticos y revolucionarios no hubiese sido posible sin unos cambios sociales y políticos que empezaron mucho antes que la ¿Primavera Árabe¿ de 2011, y que aceleraron los procesos de empoderamiento de las mujeres y de su toma de conciencia feminista, propiciando la construcción y el avance en lo que llamo una "cultura política de resistencia feminista¿. No obstante, la violencia y el conflicto armado, que se intensificó a partir de septiembre de 2014, han interrumpido el proceso de la transición del Estado hacia la democracia y han contribuido a la exclusión de las mujeres de los centros del poder, frustrando por ahora los intentos de avances hacia el logro de los derechos y de la igualdad ciudadana en Yemen.
