Creado como órgano en 1977, el Tribunal de Cuentas Europeo ascendió a la categoría de institución con el Tratado de Maastricht en 1992. Tras más de un cuarto de siglo de funcionamiento, sigue siendo una institución poco conocida por el gran público y escasamente atractiva para la ciencia jurídico-política. Sin embargo, el Tribunal no ha permanecido al margen de las relaciones interinstitucionales preexistentes en la Unión Europea y emite sus observaciones respetando siempre un deber de delicadeza para con el resto de instituciones que le ha granjeado un respeto generalizado, a pesar de que carece de competencia jursidiccional.
La Tesis Doctoral sometida hoy a consideración del Tribunal tiene como punto de partida la ausencia de competencia jurisdiccional del Tribunal de Cuentas Europeo, que a pesar de su denominación no goza de estatuto superior al de un simple órgano consultivo. Sin embargo, la función que lleva a cabo esta institución es extremadamente importante para la evolución de la gestión presupuestaria en la Unión Europea y para la percepción que los ciudadanos comunitarios tienen del proceso de integración.
Por ello, el primer objetivo de la Tesis Doctoral es analizar y dar a conocer las características del Tribunal de Cuentas Europeo como institución: su composición, funcionamiento, organización; para centrarse a continuación en el estudio de sus competencias controladora y consultiva. Se dedica especial importancia al análisis competencial del control financiero externo sobre el presupuesto comunitario, reconocido por el Tratado, por haber observado en los últimos tiempos que el Tribunal de Cuentas Europeo aprovecha determinadas lagunas legales para interpretar extensivamente el contenido de su competencia.
Además, un segundo objetivo es demostrar que el Tribunal de Cuentas Europeo, asumiendo su carencia de potestad sancionadora y por ende su naturaleza meramente consultiva, ha desarrollado una estrategia propia como actor