Estamos ante uno de los retos más complejos, si no el que más, para un líder: ¿Cómo distribuir la carga de trabajo en su equipo? ¿cuándo levantar la mano y decir a la dirección o propiedad de la compañía que así no podemos seguir? O por el contrario ¿cuándo enfrentarte a tu equipo para exigirle más?