Es reseña de:
Primer aniversario del Acta Única Europea y política social
Actualidad laboral, ISSN 0213-7097, Nº 2, 1988, págs. 1585-1587
El autor analiza en este artículo el Acta Única europea, primer gran avance de las Comunidades hacia una mayor integración política, económica y social. En efecto, lo que al principio fue concebido únicamente como un mercado común de libre cambio de mercancías, servicios y capitales, se fue trasformando progresivamente en una Europa más cohesionada en la que ya emergía lo que posteriormente se conocería como la dimensión social europea.En el debate del Acta única, se gestaron con claridad dos posiciones contrapuestas que todavía subsisten. Por una parte la que defendía, con Margaret Thachter a la cabeza, una zona exclusivamente de libre comercio y, desde la otra orilla, la que propugnaba, con Jacques Delors como punta de lanza, una Europa plenamente única con una necesidad comercial y una ética social.No es baladí recordar y repasar el Acta única europea, 35 años más tarde de su aprobación. De hecho, las dos concepciones de Europa siguen vigentes. Por ello, no debe olvidarse que todo comenzó con el Acta única europea. También el Brexit.
In this article, the author analyses the Single European Act, the Communities’ first major step towards greater political, economic and social integration. Indeed, what was initially conceived solely as a common market for the free exchange of goods, services and capital was gradually transformed into a more cohesive Europe in which what would later become known as the European social dimension was already initiated.In the debate on the Single European Act, two opp. sing positions clearly emerged that still persist today. On the one side, with Margaret Thachter at the forefront, advocated an exclusively free trade area, while the other side, with Jacques Delors at the vanguard, promoted a Union with commercial necessity and social ethics.It is not trivial to recall and review the Single European Act, 35 years after its adoption. In fact, the two conceptions of Europe are still valid. It should therefore not be forgotten that it all began with the Single European Act. Brexit, too.