La intención de este trabajo es analizar la distribución espacial de las migraciones interiores en España durante las últimas décadas del siglo XIX y el primer tercio del XX. Se muestra que una gran parte de los movimientos migratorios se produjeron entre orígenes y destinos bastante próximos. Además, la distribución espacial de la emigración estuvo bastante alejada de una distribución teórica o máxima en la que cada destino atrajera por igual inmigrantes de todos los orígenes y cada origen expulsara por igual emigrantes hacia todos los destinos. Por último, a través de una comparación con el patrón migratorio de los años sesenta del siglo XX, se propone que estos resultados son coherentes con el proceso de concentración geográfica y posterior dispersión del crecimiento económico y las oportunidades de empleo que se produce en la economía española contemporánea y cuyo punto de inflexión se encuentra en torno a mediados del siglo XX.