Uno de los rasgos más definitorios de la escritura de Serguéi Dovlátov: convertir en ficción todo aquello que encontraba en su agitada vida. «La filial» no es una excepción. En ella, Dovlátov reúne a los agentes de la cultura rusa en el exilio, se ríe un poco de ellos, mucho de sí mismo... hasta que llega el amor de su vida.