Antoine Pecqueur
Giorgia Meloni y sus allegados quieren acabar con la supuesta hegemonía cultural de la izquierda, un proyecto aún caro al populismo reaccionario. No les basta con cambiar a los responsables de las instituciones culturales, académicas y de la RAI y recortar los (ya exiguos) presupuestos. Hay que imponer una “nueva narrativa”, que celebre los valores nacionalistas y neofascistas. Una empresa a largo plazo que implica reescribir la historia.