De la República Democrática del Congo (RDC) a Siria, pasando por Gaza, las acusaciones de “genocidio” se multiplican a medida que aumentan los conflictos y la deriva autoritaria de determinados regímenes. Estas polémicas, tan antiguas como la propia palabra, acuñada en 1944, interesan por igual a juristas e historiadores, cuyos conocimientos arrojan luz sobre las tragedias del presente y del pasado, en particular la de los armenios del Imperio otomano.