Seis meses después de cumplirse cincuenta años de su fundación, Reagrupamiento Nacional se ha convertido en la primera fuerza política de Francia. Sus prioridades ideológicas –el endurecimiento del derecho penal, la lucha contra los inmigrantes y los “subvencionados”– sirven ya de inspiración a las políticas del presidente Emmanuel Macron. Pero la extrema derecha lleva aún más tiempo alimentándose de las renuncias y las concesiones de los partidos de Gobierno.