Cada una de las entidades locales se enfrenta de nuevo, tras el paréntesis de 2020 a 2023, a la obligación de cumplir con el objetivo de equilibrio o superávit presupuestario, de la regla de gasto, así como de destinar los mayores ingresos recaudados (no afectados) y el superávit presupuestario a reducir el endeudamiento neto. En el presente trabajo, tras un análisis del comportamiento en los últimos ejercicios, exponemos los retos en gestión presupuestaria a los que se vuelven a enfrentar las entidades locales, sus debilidades a la hora de afrontarlos y nos atrevemos a indicar la necesidad de reforma de la LOESPS en su aplicación a las entidades locales