Antonio Iáñez-Domínguez, Elena María Morales Marente , María Soledad Palacios Gálvez
Introducción. Los síntomas somáticos sin causa orgánica están más presentes en las mujeres que en los hombres. El género y las normas sociales están relacionados con los problemas de salud mental que presentan las mujeres. El sistema sanitario tiende a dar una respuesta exclusivamente medicalizada. Es posible llevar a cabo intervenciones grupales que aborden las consecuencias de la socialización diferencial de género en la salud mental, con un impacto positivo en el bienestar percibido. El objetivo de este trabajo es evaluar el impacto de los grupos socioeducativos en las participantes utilizando metodología cualitativa. Metodología. Realizamos diez entrevistas semiestructuradas a las participantes en los grupos socioeducativos. La selección de la muestra fue intencional, seleccionando a diez participantes en función de las siguientes variables: edad, nivel de estudios, estado civil, situación laboral, nivel de renta y tamaño del municipio de residencia. Esta técnica de muestreo teórico nos permite garantizar la heterogeneidad de participantes y discursos. Para analizar la información, aplicamos un enfoque fenomenológico y crítico, y realizamos un proceso de análisis temático. Resultados. El bienestar emerge como tema principal del análisis de la información, agrupando diferentes subtemas y propiedades. En el discurso de las participantes observamos que los grupos socioeducativos les ayudaron a enfocar sus vidas de forma diferente, permitiéndoles sentirse mejor a nivel personal y relacional. Los mecanismos de afrontamiento observados incluían estrategias centradas en los problemas –cuestionamiento, conciencia de género, actuación sobre el problema, autodeterminación, relaciones sociales e integración en el mercado laboral– y estrategias centradas en las emociones –relativización, aceptación y vivencia del presente, técnicas de relajación y expresión emocional–. Discusión. Este estudio contribuye a comprender cómo los grupos socioeducativos son una buena estrategia para mejorar la salud mental y el bienestar percibido de las participantes, aplicando el trabajo grupal con perspectiva de género. Proporcionaron un espacio donde las participantes tomaron conciencia de género, llevándolas a reconsiderarse a sí mismas y a sus vidas, encontrando nuevas explicaciones para sus experiencias, y la posibilidad de desarrollar su creatividad frente a la culpa y el miedo, permitiéndoles desarrollar nuevos proyectos vitales. Conclusiones. Los resultados son coherentes con la literatura que indica la existencia de mandatos de género relacionados con los problemas de salud mental de las mujeres. Estos problemas podrían reducirse mediante el trabajo realizado en grupos socioeducativos que les permite desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento. Las implicaciones para las políticas sociales pasan por evaluar el potencial de incorporar este tipo de estrategias en la cartera de servicios de salud pública, así como valorar la pertinencia de realizar grupos socioeducativos con hombres. De cara al futuro, sería interesante recoger información cualitativa a lo largo del tiempo para observar posibles cambios en los discursos y experiencias de las participantes.
Introduction. Somatic symptoms with no organic cause are more prevalent among women than among men, with mental health problems generated by gender and social norms mainly being presented by females, to which the health system tends to provide an exclusively medicalised response. It is possible to implement group interventions that address the consequences of divergent socialisation hinging on gender as regards mental health, with these efforts having a positive impact on perceptions of well-being. The aim of this paper is to assess the impact of socio-educational groups on the participants, using a qualitative methodology. Methodology. We conducted ten semi-structured interviews with participants in the socio-educational groups. Sample selection was intentional, selecting ten participants on the basis of the following variables: age, level of education, marital status, employment status, income level, and the size of the municipality in which they resided. This theoretical sampling technique allowed us to guarantee the heterogeneity of the participants and their discourse. To analyse the information, we applied a phenomenological and critical approach, and conducted a process of thematic analysis. Results. Well-being is the main theme that emerges from the analysis of the information, grouping together different sub-themes and properties. In the female participants discourse we noted that socio-educational groups helped them approach their lives differently, allowing them to feel better on the personal and relational levels. The coping mechanisms observed included problem-focused (questioning, gender awareness, acting on the problem, self-determination, social relations and integration into the labour market) and emotion-focused strategies (relativisation, acceptance and living in the present, relaxation techniques and emotional expression). Discussion. This study contributes to an understanding of how socio-educational groups offered a good strategy to improve participants’ mental health and perceived wellbeing by applying group work with a gender perspective. They provided a forum in which the participants became gender-aware, leading them to reconsider themselves and their lives, find new explanations for their experiences, and realise their ability to develop their creativity in the face of guilt and fear, allowing them to pursue new life projects. Conclusions. The results are consistent with the literature, which indicates the existence of gender norms adversely affecting participants’ mental health problems. These problems could be reduced through work undertaken in socio-educational groups that enables them to develop new coping strategies. The implications for social policies include evaluating the potential of incorporating this type of strategy into the portfolio of public health services, as well as assessing the relevance of creating and carrying out socio-educational groups with men. With a view to the future, it would be valuable to establish qualitative measures over time to observe any changes in the participants’ discourse and experiences.