La disciplina como nuclear manifestación del deber de obediencia se erige como principio rector esencial de todo conglomerado castrense, incluido el español. Pese a la evolución normativa del ordenamiento disciplinario y penal militar, continúan planteándose importantes disyuntivas en torno a la inobservancia de dicha premisa y a las diferentes modalidades de insubordinación que, en su caso, pudieran acontecer. Problemáticas que, al menos apriorísticamente, obtienen sólidas respuestas a nivel jurisdiccional.