Los cineastas han definido unos estereotipos femeninos y maternos en aquellos filmes dedicados a la violencia política irlandesa desde 1926. La fuerte retórica nacionalista de estas películas ha mantenido casi inmutables los atributos de las madres como mímesis de la patria. Al iniciarse los Procesos de Paz en 1996 y tras la firma de los Acuerdos de Viernes Santo de 1998, directores y guionistas han enriquecido sus narrativas para mostrar la presencia de las mujeres en la esfera pública. La producción de estas películas, realizada en tres países diferentes, Irlanda, Gran Bretaña y Estados Unidos, ha determinado los modelos de la maternidad en consonancia con el imaginario colectivo de los diferentes públicos, influyendo a su vez en la construcción del relato sobre el conflicto armado y las mujeres.
Filmmakers have defined the feminine and maternal stereotypes in films dedicated to Irish political violence. The strong nationalist rhetoric of these films has kept the attributes of mothers as mimesis of the homeland almost unchanged since 1926. When the Peace Processes began in 1996 and after the signing of the Good Friday Agreements in 1998, directors and screenwriters enriched their narratives to show the presence of women in the public sphere. The production of these films, made in three different countries, Ireland, Great Britain and the United States, has determined the models of motherhood in line with the collective imagination of the different audiences, influencing in turn the construction of the story about the conflict and the women.