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José Manuel Martín Lozano, Vicente González Cano
En junio de 2002, la entonces ETEA2 decidió crear la Fundación ETEA para el Desarrollo y la Cooperación3, con la finalidad de institucionalizar la larga experiencia ya acumulada en este Centro en el ámbito de la cooperación internacional.
El recorrido vivido desde entonces por la Fundación ETEA la ha ido consolidando como una entidad de referencia en la investigación aplicada al desarrollo, manteniendo desde entonces su característica más idiosincrásica: combinar la reflexión académica con el conocimiento directo de las realidades analizadas y la ejecución sobre el terreno de acciones y propuestas ligadas a la mejora de las condiciones de las sociedades con las que se ha colaborado.
Este carácter diferencial quedó consolidado cuando la Fundación ETEA fue reconocida como Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola Andalucía, surgida de la antigua ETEA. La apertura del trabajo de la Fundación a los nuevos ámbitos de conocimiento incorporados paulatinamente a la Universidad, así como el fortalecimiento de su función de impulsora de la investigación académica en temas de desarrollo, están siendo una contribución esencial para situar a la preocupación por el desarrollo como uno de los pilares de la acción social de la Universidad Loyola Andalucía.
