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Antonio Ojeda Avilés 
El panorama de los instrumentos internacionales y transnacionales dirigidos a establecer un nivel digno y universal en materia de derechos laborales se encuentra actualmente bien asentado en cuanto a su conocimiento, aunque quizá no tanto respecto a su práctica. La inmensa mayoría de la Declaraciones y Acuerdos se remiten a la defensa de los derechos fundamentales, sin dedicar atención a los derechos y obligaciones ordinarios del contrato de trabajo, a pesar de su trascendencia para ambas partes de la relación laboral. Y si en los instrumentos internacionales apenas hallamos una regulación que trascienda a lo básico —salario mínimo, jornada máxima, derecho a vacaciones—, en los acuerdos colectivos de nivel interno de un país es aún más difícil hallar alguna referencia a mecanismos de mejora de las condiciones de trabajo allende las fronteras nacionales propias, ni siquiera cuando numerosas empresas tienen hoy día una importante vinculación internacional en sus negocios, en donde actúan como empresas matriz. Los obstáculos son serios, pero no imposibles de trasponer, y hay novedades que impelen a hacerlo. El presente estudio se dedica a analizar las posibilidades empresariales y sindicales españolas, ante algunas denuncias aparecidas en otros países donde filiales y concesionarias actúan a veces de manera poco edificante.
The landscape of international and transnational instruments dedicated to establishing a common measure of human and fundamental rights is now well established in terms of knowledge, though perhaps less so in practice. But the vast majority of such declarations and agreements refer to the defence of these basic rights, without devoting attention to the ordinary rights and obligations of the employment contract, despite their significance for both parties to the employment relationship. Moreover, if in transnational instruments we hardly find any regulation of them beyond the basics —minimum wage, maximum working hours, holidays—, in collective agreements at the internal level it is also difficult to find any reference to mechanisms for improving working conditions beyond one’s own national borders, not even when many companies today have an important international link in their business, where they act as a parent company. The obstacles are serious, but not impossible to overcome, and there are new reasons to do it. This study is dedicated to analyze the possibilities and ambivalences for Spanish employers and unions in the face of some complaints in other countries where subsidiaries and concessionaires act at times in an unedifying manner.
