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Ana Helene Arps Parra, Núria Torredemé Páez, Rania Zitouni Chahdi
El Tribunal Constitucional ha ratificado la posición adoptada por el Consejo de Ministros para imponer la sanción a Banco Santander, S.A., en calidad de sucesor de Banco Popular, S.A. Uno de los argumentos principales del recurso de amparo del Santander fue el carácter penal de la sanción impuesta, con la que se pretendía reconocer la violación de los principios de culpabilidad y personalidad de la pena en que, presuntamente, incurre el acuerdo sancionador. La duda surge al contextualizar el supuesto concreto en la normativa penal, donde la regla se encuentra en el artículo 130.2 del Código Penal. El tenor del precepto a priori reza la transferencia objetiva de responsabilidad en M&A, por lo que es necesario adentrarse en el debate doctrinal existente para definir la aplicabilidad de la norma en cuestión a situaciones como la presente. Tras una introducción contextual y la revisión del marco normativo pertinente, el artículo explora en detalle la resolución adoptada por el Tribunal Constitucional y las posibilidades de la argumentación del Banco Santander.
The Constitutional Court has upheld the Council of Ministers» decision to impose a sanction on Banco Santander, S.A., as the successor to Banco Popular, S.A. One of the main arguments in Santander’s appeal was the criminal nature of the sanction imposed, with which it sought to recognise the violation of the principles of culpability and personality of the penalty allegedly incurred by the sanctioning agreement. The doubt arises when considering the specific case in the context of criminal law, specifically Article 130.2 of the Criminal Code. The wording of the provision seems to refer to the objective transfer of liability in mergers and acquisitions, so further examination is needed to determine its applicability to the current situation. This article provides a contextual introduction and delves into the doctrinal debate surrounding the applicability of the rule, as well as examining the Constitutional Court’s decision and the potential arguments put forth by Banco Santander.
