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Theodor Loinaz
Consolidado el califato desde finales del siglo viii en Alandalús, tiene lugar una eclosión y floración cultural muy importantes en el territorio. La colonización arabo islámica desemboca en una sociedad compleja, multiétnica y pluriconfesional cuyas elites saben reconocer la superioridad científica del Otro y se muestran dispuestas a aprender de él. Así, la ciencia de los antiguos, gracias a una decisiva actividad traductora, se estudia y se asimila, y cada texto se construye sobre una sedimentación de capas y capas de saber. Este cultivo de las ciencias, que se produce bajo la mirada crítica de la ortodoxia islámica, se ve definitivamente respaldado por la universalización del papel como soporte primario de escritura. Hoy en día, conocer la huella dejada en la ciencia moderna por la tradición islamicada resulta esencial para combatir la falsa dicotomía entre Europa y el islam.
