Sonia Combe
El 19 de marzo de 1944, hace ochenta años, la Wehrmacht entraba en Hungría, país aliado de la Alemania nazi. En menos de dos meses, 440.000 judíos fueron deportados y 330.000 de ellos exterminados tras llegar a Auschwitz. En Budapest, el abogado Rezsö Kasztner logró salvar a 1684 judíos haciendo gala de una extraordinaria sangre fría. Diez años más tarde, acabaría cayendo en desgracia, arrastrado por la razón de Estado de la joven nación israelí.