Arnaud Saint-Martin, Irénée Régnauld
Desde la década de 1950, su dedicación y sus proezas físicas en microgravedad son los ingredientes de una receta de probada eficacia. Astronauta, cosmonauta, taikonauta y pronto “viomanauta” indio: causan admiración y dan cuerpo a la necesidad de una aventura humana… que no tiene nada de evidente. Sobre todo con la nueva perspectiva de enviar al espacio robots aumentados con inteligencia artificial.