El presente capítulo analiza las causas y los circuitos de transmisión del reciente shock inflacionista sufrido especialmente por las economías europeas. De forma acumulativa, nos encontramos con el fuerte repunte del consumo de bienes tras la pandemia de covid-19, los problemas derivados de dicho incremento en las cadenas globales de suministro, el aumento de las materias primas, las políticas monetarias y fiscales y, especialmente, el aumento de precios de energía y alimentos tras la invasión rusa de Ucrania. Así mismo, se discuten las semejanzas y diferencias entre el episodio actual y el acaecido en los años 70 del siglo pasado de la que se desprende que los bancos centrales y los gobiernos deberán encontrar una vía para llevar la inflación a los niveles objetivos sin provocar una recesión económica prolongada, sorteando las dificultades mencionadas. De ello dependerá si se repite o no un escenario de estanflación como el de los años 70.