Carlos Isler Soto
Una característica de la filosofía moral de John Locke que ha sido puesta de relieve por los comentaristas es la aparente desconexión, o incluso inconsistencia, entre su teoría voluntarista de la ley moral y su teoría hedonista de la motivación. Locke sostiene que, mientras que el fundamento de la obligación moral es el mandato divino, el hombre se ve motivado solo por el placer y el dolor, de modo que, para explicar el posible carácter motivador de la ley moral, Locke dice que debemos suponer que Dios ha anexado al cumplimiento de la misma premios, y a su incumplimiento, castigos, que se han de recibir tras la muerte. Sostenemos que esta desconexión entre ambos aspectos de su filosofía moral se debe a la ausencia de una noción de razón práctica propiamente tal, tal como se encuentra, por ejemplo, en Aristóteles, Santo Tomás de Aquino o Immanuel Kant.
One feature of John Locke’s moral philosophy that interpretershave highlighted is the apparent disconnection, or even inconsistency, betweenhis voluntaristic theory of moral law and his hedonistic theory of motivation.Locke claims that, whereas the basis of moral obligation is the divine command,man is motivated only by the prospect of pleasure and pain, so that, in order toexplain the possible motivational character of the moral law, Locke says that wemust suppose that God has annexed to the fulfillment of it rewards, and to itsbreach, punishments, to be received aer death. We argue that this disconnectionbetween the two aspects of his moral philosophy is due to the absence of a conceptof practical reason properly speaking, such as is found, for example, in Aristotle,omas Aquinas or Immanuel Kant.