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Javier Payá Pujadó
Las políticas de inversión han evolucionado principalmente en dos sentidos desde el período de la posguerra. En primer lugar, hubo una transición del «laissez-faire» a las políticas activistas destinadas a influir en el nivel y la composición de las inversiones internas. Esa transición se produjo debido a que los gobiernos asumieron una mayor responsabüúlad respecto a mantener el pleno empleo y estimular el crecimiento económico. En segundo lugar, la evolución consistió en la adopción de reglamentos e incentivos en relación con la inversión extranjera.
En casi todos los países, la evolución en esos dos sentidos ha dado lugar a normas destinadas a la vez a controlar y alentar la inversión extranjera. Algunas políticas, como las de la Unión Europea, son bastante liberales, ya que comprenden más incentivos que controles. En otros países, particularmente en los países en desarrollo grandes, como Brasil, México o Indonesia, las políticas son menos liberales. Los gobiernos de estos países han tomado diversas medidas para encauzar el capital extranjero a sectores concretos, excluir la inversión extranjera de otros sectores y, en general, ejercer control sobre la actividad inversora.
