Aunque son más comunes de lo que cabía esperar, los planes y medidas de igualdad de oportunidades son menos corrientes en las pequeñas y medianas empresas (las llamadas «pymes») que en las grandes, sobre todo si no son obligatorios, como sucede en el Reino Unido y en las pequeñas empresas australianas. La investigación que presentan los autores no indica que unas leyes muy coercitivas obliguen a las empresas a adoptar disposiciones que mermen su productividad. Por el contrario, la adopción de un plan de igualdad de oportunidades lleva aparejada una productividad superior en todos los grupos de empresas, excepto en las «pymes» británicas. El mayor efecto positivo se registra en las empresas sujetas a las obligaciones igualitarias más estrictas.