El teléfono móvil o los ordenadores portátiles permiten llevar la oficina a cualquier lugar, por remoto que sea, y trabajar desde cualquier sitio, siempre que haya conexión a Internet. Si bien han permitido elevar la flexibilidad hasta niveles desconocidos antes de la pandemia, la conectividad también se ha convertido en un problema para muchos trabajadores, a los que les resulta imposible desconectar del trabajo cuando están en su tiempo de descanso. Tras poner en marcha un Servicio de Apoyo Psicológico para mejorar la salud mental de la plantilla, Fernando Calvo, director de People & Culture de Hays en el Sur de Europa, aborda en esta entrevista el conflicto entre trabajo y vida personal que puede generar la hiperconectividad.