Pere Ibern Regás
El aumento del comercio intracomunitario de medicamentos está suponiendo profundas distorsiones en el sector farmacéutico. Las repercusiones últimas de los desajustes en la regulación resultan difíciles de estimar. El impacto que ha tenido la finalización del plaw que otorgaba el artículo 47 del Pacto de Adhesión ha aumentado la presión al convertirse España en un exportador paralelo relevante. Las soluciones propuestas por la industria apuntan a una ampliación de siete años más en la limitación de las importaciones paralelas de España hacia Europa. Sin embargo, tal posición es improbable que se aplique. En el artículo se discuten los dos aspectos cruciales del comercio de medicamentos intracomunitario, las políticas de control de precios y derechos de patente. Mientras que en el primero es poco previsible una unificación de las políticas, en el segundo se señala una propuesta alternativa reciente al derecho de patente mediante la compra por el gobierno del valor actual neto esperado de las rentas de monopolio temporal que ofrece. A pesar de las dificultades en su aplicación, la compra de los derechos de patente, unido a la desaparición de controles de precios y a nuevas políticas de suministro («procurement policies») a los Sistemas Nacionales de Salud, podría mejorar la situación actual claramente insatisfactoria para consumidores, gobierno e industria.