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Las dificultades técnicas, entre otras, que para las administraciones públicas, y especialmente para las locales, presentan la formación y rectificación de los inventarios a los que vienen obligados, hace que en la práctica sean muchos los ayuntamientos que no los realizan o lo hacen sólo con el ánimo de dar cumplimiento formal a las disposiciones legales, y quizá también por una idea académica del inventario: asiento de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o Comunidad, hecho con orden y precisión.
Este concepto ha quedado ampliamente superado por el de "herramienta de control y gestión del patrimonio" que contribuye de manera decisiva a su conocimiento y a la disminución del gasto, liberando recursos para otros fines y facilitando la toma de decisiones.
Se analizan en este artículo la normativa legal sobre los inventarios y valoración de bienes, los beneficios que de una correcta realización se derivan y las metodologías y procedimientos necesarios para llevarlos a cabo.
