La sofisticación de la demanda de productos agrícolas de calidad tanto a nivel nacional como internacional ha redundado en una importante preocupación por diferenciar en la industria agraria aquellos productos cuya calidad se derive de su relación con un medio geográfico determinado. A través del estudio de las diferencias entre la denominación y la marca así como del análisis de los aspectos globales de utilización de la denominación en la economía española, deseamos arrojar luz sobre una institución que permite potenciar la industria agroalimentaria tradicional y sobre la que la Unión Europea y las Comunidades Autónomas están poniendo un énfasis importante.