Los formatos televisivos son bienes inmateriales cuya comercialización está en auge, lo que ha espoleado conductas parasitarias que pueden socavar los derechos inherentes a estas creaciones. La protección jurídica de estos formatos —en especial, aquéllos basados en esquemas televisivos de éxito— es objeto de tutela de la propiedad intelectual, un sector que ofrece diferentes vías tuitivas para sus creadores. El formato Pasapalabra ha gozado de una notoriedad indiscutible hasta tal punto que ha generado una litigiosidad en torno a la titularidad de la marca comercial de su prueba final «El Rosco». En este artículo se desbrozan las claves del caso a la luz de las recientes sentencias del Tribunal General de la Unión Europea. Estas resoluciones confieren la titularidad dominical de este signo distintivo al creador del popular programa de televisión, lo que acoraza la protección autoral de los formatos televisivos y lo convierten en un leading-case en la materia.
Television formats are intangible goods whose commercialization is booming, which has spurred parasitic behavior that can undermine the rights inherent to these creations. The legal protection of these formats —especially those based on successful television schemes— is the subject of intellectual property protection, a sector that offers different legal avenues for its creators. The Pasapalabra format has enjoyed indisputable notoriety to such an extent that it has generated litigation surrounding the ownership of the brand of its final test «El Rosco». This article sheds light on the keys to the case in light of the recent rulings of the General Court of the European Union. These resolutions confer the ownership of this distinctive sign to the creator of the popular television program, which strengthens the copyright protection of television formats and makes it a leading-case in the matter.