El descenso de la natalidad es la causa principal del envejecimiento demográfico en nuestro país, y la mayor presencia relativa de personas de edad avanzada impulsa al alza el gasto en servicios sociosanitarios y en pensiones. Para que estas mayores necesidades no pongan en riesgo el equilibrio de los presupuestos públicos, es necesario mejorar la eficiencia del gasto social y aumentar la renta de los hogares. En este artículo se describe este tipo de servicios, analizando la estructura actual de su oferta en España y aportando datos sobre la atención a los ancianos en algunos países de la Unión Europea.