La incorporación de las empresas españolas al diseño de estrategias de comunicación es reciente, pues las primeras experiencias datan de 1988. En la actualidad se asiste a una notable reivindicación de la posición del responsable de comunicación en el seno de las empresas, debido a los cada vez mayores retos que tienen que afrontar tanto interna como externamente. Estos retos exigen unos flujos de información que necesariamente han de ser canalizados, en función de sus destinatarios, por profesionales en comunicación capaces de elaborar planes estratégicos acordes con los objetivos, características y necesidades de las empresas