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Teresa Hernández Luna, Ángela Sánchez Jiménez
La industria textil de la moda ha sido vinculada habitualmente con el consumo desenfrenado, la contaminación medioambiental y la explotación laboral. En efecto, el modelo de producción textil tradicional provoca una serie de repercusiones negativas cada vez más visibles. Ante esta tesitura, surge la denominada moda sostenible (slow fashion), proponiendo un cambio de filosofía, conceptual y de actuación que persigue crear un modelo de producción textil basado en la sostenibilidad y responsabilidad social. Asimismo, la moda sostenible posee una serie de implicaciones a la hora de definir las cuatro variables clave del marketing-mix. De hecho, apuesta por prendas atemporales, con certificaciones ambientales y éticas, con precios significativamente superiores a los de las empresas de moda rápida, con especial cuidado al utilizar las nuevas fórmulas de distribución (ecommerce) y tratando de llegar al consumidor con conmovedoras campañas de comunicación
The fashion textile industry has often been linked to rampant consumption, environmental pollution and labour exploitation. Indeed, the traditional textile production model is causing a series of increasingly visible negative repercussions. In response to this situation, the so-called slow fashion has emerged, proposing a change of philosophy, concept and action that aims to create a model of textile production based on sustainability and social responsibility. Likewise, sustainable fashion has a series of implications when it comes to defining the four key variables of the marketing-mix. In fact, it is committed to timeless garments, with environmental and ethical certifications, with prices significantly higher than those of fast fashion companies, with special care when using new distribution formulas (ecommerce) and trying to reach the consumer with moving communication campaigns
