Bárbara Sánchez Jiménez
Este término describe situaciones que son frágiles, ansiosas, no lineales e incomprensibles. La fragilidad, también calificada como realidad líquida, hace que la comunicación sea esencial en los entornos laborales, puesto que cuanta más información disponible exista, mayor confianza tendrán los empleados en la misión de la compañía.